Viviendo del pasado,
no se lo cuentes a ella,
que aún la quiero a morir,
pues es parte de una estrella,
que relucía en mí sentir.
No se lo cuentes amigo,
que aún la tengo aquí,
pero solo en sus recuerdos
los que me regaló al fin.
Ya pasaron tantos veranos,
que ya llueve mucho dolor,
pues ya los veranos no calientan,
este humilde corazón.
Hoy las mañanas son mustias,
ya no tienen ni color,
pues lo borró todo el tiempo,
dejando desolación.
Ya no te puedo buscar,
mi corazón no me deja,
pues con tres piernas camino,
y me pierdo entre tinieblas.
Aunque en verano este.
Mi mundo ya ha sucumbido,
solo me queda la tierra
para quedar hundido.
Enrique Nieto Rubio.
Derechos de autor.
v.a.doyp.yo.oo.68
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