miércoles, 20 de noviembre de 2013

..Cuando me hablas de amor.



Cuando me hablas de amor,
 tus palabras me suenan a él...
Se me encogé el corazón,
 y me haces envejecer.

Siempre que converso contigo,
 se me enciende mi sentir...
Pero después cuando te miro, 
mi mente dice que sí.

Tú te escondes entre azucenas, 
margaritas y pericones... 
Los geranios son tus amigos, 
las rosas y los lirios,  te cobijan. 
Y yo soy, como el cardo borriquero, 
saltando entre las flores... 
Y queriéndote coger;
 pero nunca llego a ti,
 porque siempre,
 me  encuentro, a él.
Que no sé qué planta es... 
¡Pero siempre está ante mí! 
El vino de la guerra;
 destrozando mi jardín. 
Busca sin cesar a la más bella...
Quién es flor de mi sentir. 
Con mil armas he luchado, 
para protegerla de él.
Pero siempre pierdo la batalla y...
¡No me explico por qué!

He buscado en los libros,
 sabios del entender; 
y en la última hoja,
 lo he encontrado...
Ahora comprendo, por qué. 
Pues él es una planta rara...
Con espinas, como Dios;  
que se clavan en el alma,
 y ya no suelta ese amor.
Cactus parece ser, 
con sombrero y todo; 
con patas y  pies al revés...
Y con un malvado corazón. 
Llorando vas, por las esquinas...
 Y él me pregunta por ti: 
¿Dónde está esa niña? 
¡Que la quiero para mí!
Así pues, yo le contesté: 
Esa niña es rosa de mi rosal; 
y no la puedes tener...
Porque sé que, con tus púas,
 la matarás. 
Él gritando se marchó
 y blasfemando se fue al fin. 
Pero lo que él no sabía,
 es. Que tú eres,
 el "Rosal de mi jardín".
Que te tengo entre mis hojas...
Protegiendo tu sentir. 

Y aunque sé que también,
 espinas tengo,
 igual poseo un gran corazón, 
así como un plumero marrón,
 para hacerte cosquillas,
 donde más quieras tú,
 mi amor.
Enrique Nieto Rubio 
*Derechos Reservados*
Colabora en imágenes,
Silvia Regina Cossio Cámara.

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