viernes, 20 de diciembre de 2013

.Paseando de madrugada.



trabajando de madrugada,
 y una linda chica a mi lado pasó;
en el ambiente un aroma divino percibí...
que el sentir me despertó. 
¡Que bien hueles! Exclamé...
más sin ninguna intención. 
Ella se dio la vuelta, y ruborizada,
 pero muy agradecida... me sonrió.

Continúo caminando... 
pero después de cinco pasos...
 ella se volteó; se acercó hacia mí,
 y susurrándome al oído dijo:
 Si quieres este aroma... 
me tendrás que seguir...
Sin pensarlo más de dos veces,
 acepté su invitación.

Desfilando detrás de ella...
casi imposible era,
 la curiosidad poder contener... 
Preguntándome: 
 o estará tramando esta hermosa mujer?


 
En el silencio de la madrugada,
 caminamos unos cuantos bloques; 
al llegar frente a la puerta de una cafetería,
 se detuvo... e igual mi respiración. 
Ella se dispuso a abrir la persiana...
y sin despedirse me guiño el ojo; 
y un reto me lanzó:
¡Pasa, si es que quieres oler más!
 el dulce olor que te disloca!

¡Mientras ingresamos pensé!
! Esta niña, ¡no está bien!
 debe de estar loca! 
Seguidamente,
 la persiana bajó,
 y de nuevo solos quedamos
 dentro los dos... 
Bailando de forma sugestiva,
 la ropa se quitó;
 y terminamos haciendo el amor.

Desde ese entonces,
 preso he quedado, 
en esa cárcel... de tan exquisita pasión; 
y pasó todo el día,
 suspirando por ese aroma;
 en espera de un pronto amanecer.
Enrique Nieto Rubio
*Derechos Reservados*


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