domingo, 29 de septiembre de 2019

.Cuando el tiempo se pare de Enricostro.


Cuando el tiempo se pare,
 y ya no puedes ni andar,

este mundo se detendrá en tu mente,
 nada más. Cuando el tiempo se detenga,
 y no encuentre tu sentir,

mi vida se habrá muerto,
 de nada me servirá vivir.
Si en un pequeño rayito de luz,
tú, estuvieras por mí,
estoy seguro de que todos mis deseos, 
irían solo para ti.
Pero sí este maldito tiempo,
 ya no me quiere esperar,
y las horas se me pasan,
 y no te consigo encontrar,
mi amor se irá fundiendo,
 entre lágrimas de azahar.
Más si tú fueras mi tiempo,
 y yo las manillas del reloj,
estaríamos eternamente latiendo, 
pulsos de amor y pasión,
y estaríamos pegaditos,
 entre el tiempo y la razón.
Sí te llevo de la mano,
 anhelo nunca me quieras soltar, 
como si fuéramos un par de hermanos, 
por toda la eternidad.
Ruego a los dioses,
 que nunca se me pare el tiempo... 
que no cesen las ruedecitas de girar,
 que sí es por cariño, 
todo te lo he de dar, 
pues las tendré bien engrasadas,
para que perennemente,
 ellas no dejen de rodar.
Siempre que tú pienses en mí,
 y en ti yo no deje de pensar, 
el tiempo seguirá joven,
 pues tú conmigo siempre estarás.
Que los sueños que vivimos,
 las esperanzas e ilusiones, 
todo lo bello unido permanecerá, 
solo en dos corazones.
Qué joven te sigo viendo,
y esto no es falta de razón,
pues vivo en sentimientos,
 llenos de amor y pasión.
Que no me falte tu aire,
 que yo aguantaré el reloj, 
y por mucho tiempo que pase,
 en mis brazos estará tu amor.

Enrique Nieto Rubio
*Derechos Reservados*

viernes, 27 de septiembre de 2019

.Cuando te canses de mí de Enricostro.



Cuando te canses de mí,
 y que ya no puedas más.

No te despidas de mí,
 por favor no me digas nada.


Cuando te quieras marchar,
porque vistes otro querer,

no me cuentes tú los detalles,
 que no los quiero saber.
Si te fueras a otro mundo,
para nunca más volver,
no me digas que te fuiste,
 que yo siempre esperaré.

Y si te casas con otro,
 y no me quieres hablar,
permite que yo te hable,
 qué feliz así serás.
Más si me quieres tener,
 en esa cajita de amor,
guarda fuerte la llave,
 que tú y yo solo somos dos.

Y si alguien la pudiera encontrar
y está llena de flores,
entiérrala en un jardín, 
que allí brillaran los amores.
Y si en un caso él te dijera,
 que sí tuviste otro amor,
no le digas que me tuviste,
 di que fue un sueño de pasión.

Pues si no lo haces, vivirá intranquilo,
 pensando si te di.
el amor más puro y rico, 
que tan solo nace de ti y de mí.
Con deseos y dulces caricias,
 con esos besos de amor...
que nos dimos en aquella vida,
 y que nunca se apagó.
Cuando te canses de mi chiquilla... 
no me digas adiós,
que mi alma sabrá sentir, 
cuando se muere una flor.
Enrique Nieto Rubio.
*Derechos Reservados.*

miércoles, 25 de septiembre de 2019

.Tú siempre me llamas de Enricostro.




Me llamas, me llamas,
 todos los días me llamas.

ya no sé qué responder...
 si te digo que te amo,
terminamos discutiendo,
 y nos peleamos otra vez.

Pero tú siempre me llamas,
 más ya no sé qué sentir,
si te digo que te quiero...
 que no puedo, vivir sin ti.
Tú te pones bravucona,
 te despides y te quieres ir.

Yo no sé lo que te pasa, 
por qué te escabulles de mí.

Al día siguiente me llamas,
 qué quieres ser más feliz.

Ya no sé en qué pensar,
 porque no me quieres contigo.
Si yo aquí es que me muero...
 por no tenerte en mí;
entonces por qué me llamas, 
si nada me quieres decir.
Será que vives con otro,
 y él ya nada siente por ti...

Entonces dímelo tú,
 qué es lo que esperas de mí.

Que por tus huesos me muero,
 y nunca estás en mí,
pero tú siempre me llamas, 
y nunca me dices nada.

Me paso días y meses,
 a que tú me quieras contar, 
lo que pasa por tu mente,
 si me quieres de verdad.
Esto se ha vuelto una tortura...
 de tenerte sin estar,
de amarte sin que me quieras,
 de besarte sin darme nada,
Solo me llamas y me llamas...
 pero nunca dices nada.
¡Esperaré hasta mañana! 
tal vez tú me quieras contar!


Enrique Nieto Rubio.

*Derechos Reservados.*

miércoles, 18 de septiembre de 2019

.Una carrera de estudios de enricostro.(para mayores.)

 
Terminamos de estudiar en el instituto. Antonio, María y yo... juntos decidimos ingresar en la universidad, para estudiar asuntos sociales y demás.

¡A y Mi nombre es Juanjo! Antonio y María son pareja. Bueno medio pareja. El caso es que nos tuvimos que desplazar a otra provincia, esta es Jaén en Andalucía.

Pero nuestro poder adquisitivo es escaso. Entonces decidimos irnos juntos y alquilar un piso, pero la madre de María, decidió también venirse con nosotros, pues dejar a su hija con dos chicos, tampoco lo veía muy bien. Pues ella es una madre separada desde hace siete años.


En Jaén, alquilamos un piso todos juntos, cada uno teníamos una habitación. La madre de María encontró un empleo, y entraba a media mañana y después a las cinco de la tarde.

Yo me busqué un trabajito, de noche de camarero y entraba a las 9 de la noche. Y la universidad entraba por la tarde, a las cuatro. María y Antonio entraban de mañana.

A los tres meses, las cosas empezaron a complicarse. Antonio lo vio María una mañana ligándose a otra chica, y María empezó a cabrearse con él. Todo eran discusiones.

Una tarde después de almorzar, yo siempre me echaba una pequeña siesta y había bebido bastante gazpacho, pues me gusta muchísimo y en la siesta me quedé frito. 

Pero ya saben, los hombres cuando dormimos... si nos estamos orinando se nos pone eso bien tieso; y por lo visto durmiendo se me salía la puntita por encima de los calzoncillos, y entonces entró María.

Algunas veces cuando veía que podía llegar tarde me despertaba. Al entrar vio aquello y no tuvo más que tocarme la puntita, como broma supongo yo.
 Di un salto de muerte, y ella se asustó retrocediendo bruscamente con tan mala pata que tropezó, y se dio en la cocorota, con el pico del armario, y se hizo una chispa de sangre.

Yo corrí a por un trapo mojado en agua, y algo para curarla, le limpié la herida. Yo estaba sentado en la cama, y ella de rodillas en el suelo con la cabeza en mis pies. Cuando me disponía a echarle micro mina entró Antonio.

Creyendo que María me la estaba eso haciéndomelo con la boca, Antonio sin pensarlo me dio un puñetazo, tan grande, que me dejó" Cao" Estrellándome, contra la mesilla de noche y me dejó inconsciente.

María empezó a pegarse con él, por todo, en ese instante, la madre de María entraba en la casa. María lo estaba echando a la calle, diciéndole de todo, la madre de María no se lo pensó y le dijo:
¿Recoge todas tus cosas, y te vas de aquí, venga.?

Antonio se fue con otra compañera de la universidad.

María era una chica guapísima y estaba muy bien, poco a poco fuimos intimando y bastante rápido. Aquella punta, que después me explico, le había hecho mella, en su mente.

Con él tonteo, María se acostumbró a dormir la siesta conmigo, la madre lo sabía, solo era dormí nada más. 
Una tarde, ella entró en mi cuarto y se subió encima y empezamos a hacer el amor locamente. En los gemidos; entró la madre a la casa, y María se había dejado la puerta abierta, cuando me di cuenta ya era tarde. Ella se balanceaba encima de mí, como si montáramos a caballo.

Lentamente yo vi. De refilón la cabeza de su madre, que miraba por la rendija, así que no hice ni caso para qué.

Ella estuvo bastante rato, mirando, hasta ver cómo su hija se corría tremendamente, y yo con ella. Cuando terminó, la madre se marchó a la cocina, y disimuló como si no hubiera visto nada. Yo me levanté para ir a la universidad y después me iba a mi trabajo. 

Transcurrió el tiempo. Yo como siempre me acostaba tarde, pues salía a las tres de la madrugada.

Una mañana cuando dormía, las persianas estaban siempre cerradas, para que la luz no entrara. 
Esa mañana, María entró en mi dormitorio, estaba desnuda se subió encima de mí y despertándome con mordisquitos, empezamos a hacer el amor. Pero su pasión era demasiado rápida y sus pechos, parecían más grandes.

Olía demasiado bien, con un perfume diferente, y como besaba, era tremendo yo entre sueños no conseguía centrarme en las formas. 
 Acariciaba ese cuerpo y mi excitación era tremenda. Ya empezaba a gemir y gemir hasta correrse, yo solo de oírla, también me fui de gusto, oooo qué sensación tan linda.
 Me acarició la cabeza, con sus dos manos y salió de la habitación, sin decir nada, con la luz de la puerta vi.

Que era la madre de María, y seguí durmiendo. Cuando me desperté. Allí estaba María, esa semana tenía la regla y la madre lo sabía. Me fui a la Universidad, como siempre, todo siguió igual la mirada cómplice de la madre de María era para mí muy excitante.

Pasaron los días y ella volvió a repetir, en varias ocasiones, aquel encuentro. Yo me dejaba, era fantástica la de cosas que me hacía, unununu de todo menos malo.

Me tenía lo quito, más que su propia hija, estaba tremenda ese cuerpo de largas piernas lo pasábamos divino de la muerte.

Un día la madre de María, nos presentó a un amigo que conoció en el trabajo. Si era buena persona y bien parecido, yo me dije; este es quien se la va a tirar de gordo.

Nos invitó a una sena, en un buen restaurante, y desde entonces, ella ya no se metía en mi cuarto. Bueno, sí, un par de veces más, susurrándome que estaba muy bueno.

Así pasaron hasta la graduación, casi tres años inolvidables. Volvimos a casa y con el tiempo nos casamos y su madre se unió con este chico, quedándose aquí en Jaén.

Y los Siguientes años, nos fue de maravilla, tenía un secreto con su madre, que cada vez que nos veíamos en las visitas. Ella me daba un beso en la frente, cogiéndome la cabeza con sus dos manos. era la señal de que nunca olvidaría aquellos hermosos momentos.

- Fin -


"No hay nada más hermoso en este mundo.

 Como, el cariño de una madre."


Enrique Nieto Rubio

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