Me embarga tu dolor,
y sin ti mi condena sería vivir en soledad;
ya que aún me muero por tu amor;
y pareciera que todo va mal.
Sé que no te sientes bien,
debido a la enfermedad que te embarga;
pero sigo aquí contigo,
y estoy por ti... rebuscando una esperanza.
Sé que todo mejora...
Pero todavía no te siento en mí;
más sé que tú también me adoras,
como yo te adoro a ti.
Los días pasan y con ello,
tu dolor también se aleja de mí;
pues tus curas van sanando,
y tu sonrisa vuelve a florecer.
Mi dulce niña, nunca estarás sola...
Pues yo tu caminar seré,
y aunque sucedan malas cosas;
yo contigo siempre estaré.
Juntos esperaremos buenos tiempos,
para volver a renacer;
siendo así, no te preocupes mi cielo...
Porque nunca de ti me apartaré.
Aunque los sueños son sueños,
y a veces soñando uno se pierde;
debes saber que por ti,
la vida entregaría...
Y si tú la quieres, te la daré.
Jamás te sientas sola mi bien amada,
que contigo yo estaré...
¡Porque tuyo soy... y estoy por ti!
¡Hoy, mañana y siempre!
Enrique Nieto Rubio
*Derechos Reservados*
Colabora en imágenes,
Silvia Regina Cossio Cámara.
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