Mailing, una niña vagabunda en China.
Ya hace muchos años en China, a la espalda de un mercadillo junto al río Citarum, había un asentamiento, allí vivía una niña llamada Mailing, ella con cinco añitos fue abandonada o perdida, no se sabe.
Ella, entre otros pequeños, todos los días se marchaban y rebuscaba en un mercado y recogiendo todo cuanto se podía comer, y siempre había algún tendero que les daban de vez en cuando, el pescado que no se vendía, o frutas algo maduras.
-Pero era bien recibido todo, pues había allí muchas personas mayores que ya no podían apenas moverse, y después todo se repartía entre todos, y así iban pasando los días.
Mailing seguía creciendo y los años con ella, pues era una niñita preciosa.
Ya con catorce años.
Uno de sus vecinos que a él le gustaba mucho, encontró como un mantel de tela, detrás de una tienda, y se lo llevó, le hizo un agujero en el centro y se lo puso por la cabeza a ella, y le saco las mangas, y un viejo cinturón, que tenía y se lo puso la verdad es que le quedó un vestido precioso.
Mailing se dedicó a limpiar los puestos y sus propietarios les pagaban poco, pero ella seguía y cada vez iba cogiendo más puestos, y todos los tenderos estaban encantados con ella, así pasaban los años y ya tenía todo el mercado a sus pies.
Con el tiempo, fue intimando con todos y sobre todo, con una pescadera, era ya muy mayor, y Mailing La ayudaba en todo, que hasta la alargaba a su casa.
Un día la mujer le dijo:¡Mailing, te gustaría quedarte conmigo en el puesto, te enseñaría a vender pescado, sé que tú eres muy inteligente, y honrada!
¡Qué dices!
¿Hay me encantaría sí, muchas gracias?
Así, al día siguiente, marcharon las dos al mercado y juntas despacharon todo el día.
Ella ya se fue comprando su ropa y más adelante se quedó con esta señora en su casa a vivir.
La anciana le dijo:¡tienes que ir a dar clase, pues tienes que saber leer y escribir!
Te pondré un profesor por las tardes, que opinas.!
¿:Si lo are gracias?
Así que la chica dedico todas las tarde estudiar, y un día la anciana, So culi, le regaló el puesto, y repartieron a medias, aunque esta señora no necesitaba dinero, pero así la haría más responsable.
Mailing la cuidaba como si fuera su abuela, y siempre estuvo a su lado, mientras las mañanas las dedicaba a la venta de su pescado.
Ella, de vez en cuando, arrimaba dinero a todos sus amigos en las chabolas, que eran como de su familia.
Ya de más mayor consiguió cuatro puestos más, de personas que se jubilaron y los iba comprando uno a uno, y poniendo al frente a amigos suyos y todos los negocios iban estupendamente.
Llegando a ser muy rica, y terminó casándose con el chico, del mantel que también lo puso al frente de los negocios, pues era muy inteligente.
Poco a poco consiguió demoler, todas las chabolas y construyeron, al lado, una barriada de casitas unifamiliares, donde terminaron todos, los vecinos.
Enrique Nieto Rubio.
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