martes, 4 de agosto de 2020

.Ámbar una chica enamorada, de Enrique.(relatos)

Ámbar, una chica enamorada, que una noche justo a las doce de la noche se despidió de su amado esposo aquí en la vieja estación.
Ella decidió coger este tren de última hora. Un viaje sin retorno. 
pues ella era muy inquieta y él no le tenía paciencia, ni ella a él y aunque se querían, decidieron vivir separados. 
Más él se marchó resignado.
Ella quedó para coger el de las doce, cosa que cuando él desapareció de su vista.
El tren no paró aquella noche. 
Allí se quedó sentada esperando no sé qué. 
Ella estaba como perdida esa misma noche. Se marchó al bulevar, y termino haciendo la calle. Alquiló una habitación.
Así pasó la primera noche entre hombres haciendo el amor uno y otro hasta el amanecer. 
A las ocho de la mañana decidió dormir hasta las tres del medio día en que el hambre la llamó. Y encontrándose toda la cama llena de billetes de los grandes. 
Comió y por primera vez en toda su vida, se encontró maravillosamente bien. Dándose cuenta. Que lo vivido con su marido todo fue un fracaso. Pues ella deseaba más, deseaba todo de los hombres. 
A la noche siguiente se marchó tan preciosa como todos los días, pero más orgullosa aún y se fue abajo de su hostal, ya tenía su primer cliente, para hacer el amor, pues realmente era una diosa del amor y el placer. 
Tenía tanta clase que el rumor de una chica fantástica vivía junto a la estación del tren.
A si fueron tantos y tantos que las noches se les pasaba volando y lo cierto es que era feliz.
Pues hacía felices a todos los hombres.

cuál fue que una de estas noches un señor la pidió de subir, ella estaba supercambiada ya, pues fueron muchos los meses, y ya en la habitación este hombre se desnudó y cuando ella estaba encima haciéndole el amor este se sentía morir de placer. Que jamás lo Había tenido. Él al mirarle le dijo, ¿Ámbar eres tú.? ¡¡hay Antuan Mi querido esposo, mira en que me he convertido.!! 
Y Antuan después de esta maravillosa noche que Jamás la tuvo con ella, le preguntó.
¿Te importa que vuelva otro día? ¡¡ella le respondió sí como con cualquier otro.!!

Ella esta noche quedó satisfecha, y se quedó el resto de la noche, pensando en su marido que se fue de lo más satisfecho, así hasta que fue muy mayor, y muy feliz, con todos los hombres, 
ya a los sesenta años decidió retirarse, y se quedó con su marido, que desde aquel día la visitaba casi todas las noches.  FIN
Enrique Nieto Rubio. 
Derechos Reservados.

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