Un, Unicornio,
de una sirena se enamoró,
y acercándole su cuerno,
quería entregarle su amor.
La sirenita enamorada,
su mano le alargaba,
para quererla coger.
Y el unicornio se arrodillaba,
enamorado junto a sus pies.
Ella subiéndose a su grupa,
lo tomaba con dulzor.
el cómo un ser, pequeñito,
a galope él trotó,
Surcaron bosques y montañas,
incluso el mar lo trotó,
saliéndolas unas alas,
el mundo entero rodó.
Volaron entre las nubes,
mujer sirena y bestia a la vez,
se fundieron sus cuerpos,
para poderse querer,
y sus corazones, se unieron,
para siempre este amor tener.
Enrique Nieto Rubio,
derechos reservados.
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