
Dedicatoria al niño Gabriel, el pequeño pescaditó.
Dedicatoria al niño Gabriel, el pequeño pescaditó.
El Montañés, (reto de Enricostro, cuentos)
En los Alpes, unos montañeros, decidieron por una gran firma.
Cartografiar todo, todo el valle y la montaña.
Salieron de madrugada. Era una montañera y dos montañeses más.
Cuando se adentraron, en aquella inmensa montaña. Una gran borrasca, se veía venir.
Pero ya estaban demasiados avanzados, para retroceder, así que subieron un poco más, entre una gran niebla, que apenas si se veía nada.
El montañés guía divisó un poco más arriba una entrada a una cueva, Así que se decidieron a entrar, era muy honda, y oscura. Así que encendieron las linternas y buscaron un sitio, para acampar allí.
Y pasaron la tarde, el viento soplaba como si estuviera endemoniado y el agua entraba varios metros hacia dentro. Así que buscaron algo más hondo.
Encontraron, algunas maderas, para quemar.
Pero cuando fueron a encenderla, vieron un gran oso durmiendo más al fondo.
Así que ni podían salir, ni podían despertar a aquel oso tan inmenso.
Procuraron no hacer ruido. Pero estaban aterrados, no sabían qué hacer.
Decidieron arriesgarse, en otra entrada, que se bifurcan, al margen derecho y entraron por allí.
Aquello era muy hondo, parecía no tener fin, uno de ellos tropezó y con una piedra de filo. Se destrozó la rodilla.
En este grito, de dolor, despertó al oso, que dio un gran gruñido, ellos se echaron a temblar.
Con un cansancio y con este hombre herido, que nada menos era el guía.
La chica y el otro chico, decidieron liarles unas vendas y unas curas, pues ella era licenciada en medicina.
Y le hizo un buen apaño. Pero tenían que transportarlo entre ellos dos. Y así lo hicieron.
El gran oso decidió echar a andar, de tras de ellos, pero iba de tranquilo, parecía como si fuera curiosidad.
Ellos aligeraron el paso, pues en tanta oscuridad, solo se escuchaba, el aliento de aquel gran oso.
Anduvieron toda la noche, arrastrando al compañero, estaban ya extenuados. No podían más.
Más adentro había otra bifurcación y sin pensarlo la tomaron, ya el oso apenas si se oía.
Entonces ellos decidieron, descansar.
Se acurrucaron como pudieron, pues hacía un frío de muerte.
No se sabe, las horas, que estuvieron durmiendo, pero, fueron bastantes. Pues cuando despertaron, se encontraban muy bien.
Aunque el herido tenía fiebre, y llevaban un buen botiquín. Le dieron varios antibióticos, en pastillas, para calmar su dolor.
Siguieron caminando, sin saber por dónde ir,
cuando toparon con el final de la cueva. Este hombre lloraba de dolor, por la pierna, y de pronto el oso detrás.
Ya estaban perdidos, a solo cinco metros lo tenían y no tenían armas siquiera.
Quedaron todos quietos, a que este oso los devorara a bocados y a manotazos, con sus zarpas.
De pronto, este oso, viéndolos aterrados, no encontró ningún peligro en ellos.
Pues se tumbó delante de ellos y como revolcándose en el suelo, para un lado y para el otro.
Como si no les importaran ellos.
Después este oso, se acercó, despacio al herido y oliendo su herida, lamió la pierna sin más.
Ellos con las linternas, encendida, no salían de su asombro, con este oso.
Este dio un gruñido y se volvió,
como diciendo, seguirme hasta la salida.
Pocos metros adelante, en el otro pasillo, vieron una luz, y avanzando hacia aquella luz.
El oso desapareció por otro sitio.
Por fin la salida estaba allí, era una salida de un desfiladero cuesta abajo. Y a unos dos o tres kilómetros, se divisaba un hotel o algo así, pues la tormenta había aflojado.
Sacaron un móvil y desde allí llamarón a urgencias, que pocos minutos después, apareció un helicóptero y lo socorrieron.
Ellos bajaron andando, al hotel.
Se sentaron en una de aquellas mesas, a comer algo.
Estuvieron comentando, lo del oso aquel, mientras el camarero les decía, que por allí no había ningún oso,
mientras, se quedó con la boca vierta, el Montañés.
Enrique Nieto Rubio.
Derechos de autor.
D.R.P.DOYM.V.OO.
Érase, una vez, una linda abuelita que vivía junto a sus nietos, en una hermosa cabaña, en el bosque.
Durante el día se divertían muchísimo, con quien siempre encontraban actividades emocionantes para hacer...
Así vivían día tras día, sin mayores penas; más que disfrutar de la vida, y de todo el bello entorno en el que se encontraban.
Por las mañanas, la abuelita la instruía en diversas materias... y por las tardes bordaban, cocinaban, recolectaban flores del campo.
Tres veces a la semana salían de madrugada, pues se iban a pescar en un pequeño velero; muchas veces luchaban con las ballenas; que no les dejaban pescar, pues eran insaciables comiendo peces.
Pero la abuelita linda, cogía el remo y les golpeaba en sus cocorotas, y entonces las ballenas se metían en el fondo del mar y no molestaban más.
Cuando pescaba, lo suficiente para el día; regresaban adentrándose otra vez, por aquel precioso río, que casi rozaba la cabaña.
La abuela tenía un enorme corazón y se preocupaba de pescar lo suficiente, para así alimentar a un oso negro, que siempre rondaba la cabaña. Ella le daba de comer algunos pescados, y el oso se marchaba de lo más de contento.
El animal, no solía alejarse mucho de la cabaña; pues la abuelita y los niños eran casi su familia; ya que la mujer lo había criado desde que era un pequeño osezno; pues unos cazadores muy malos mataron a sus padres.
Un día oscuro, sin luna a las tres de la madrugada, sintió que merodeaban alrededor de la cabaña; por lo que la abuelita muy asustada agarró un hacha que tenía colgada en la pared... por si acaso. (La que le servía para cortar leña)
A ella le parecían raros los ruidos provenientes del exterior, ya que oso gustaba de hacer hoyos y cavar... pero jamás a esas horas.
De pronto comenzaron a aporrear la puerta; a ella el corazón casi se le salía, al punto que no podía pensar. Todo estaba pasando muy rápido. Como los merodeadores vieron lumbre en la chimenea, no pararon de golpear la puerta.
La voz de hombre se escuchaba: ¡Abrir por favor!
¡Que mi compañero ha pisado una trampa de oso y se puede morir!
La abuela en ningún momento se detuvo a pensar que fuera mentira, y abrió la puerta...
Los intrusos, tan pronto, vieron a la abuela, desprotegida, en el instante la comenzaron a golpear por todos lados.
El paso de los años, aún no habían deteriorado su grácil figura; así pues, ellos quisieron todo de ella.
La abuelita, en ese momento, no podía dejar de pensar en los niños, quienes eran su mayor tesoro.
Temía por el bienestar de sus nietecitos, o lo que pudieran hacer con ellos.
Por temor a despertarlos, apenas alcanzó a dar un chillido en ese momento... así pues, no puso resistencia, pues eran los hombres eran muy grandes, y armados con escopetas.
La desnudaron a tirones y ya iban a cobrar la presa; cuando una sombra apareció por la ventana.
Ella miraba al oso como pidiendo auxilio, y este entendió el mensaje irrumpiendo en la entrada; con sus garras de 20 centímetros se lio con los dos, y no paró hasta destrozarlos. El oso parecía un demonio en ese momento.
La abuelita quedó impactada y se desmayó cayendo al suelo.
El oso se acercó a ella, y escondiendo sus garras, la apartó del sitio atroz; cogiéndola por el torso, la subió con sus grandes manos hasta su habitación.
Sus nietecitos no se dieron cuenta de todo lo sucedido. Ella se sintió, en ese momento, la mujer más protegida de todo el mundo.
Sentía el basto pelo del oso rozando su cuerpo desnudo, y escuchando al oso balbucear... quien moviendo la cabeza hacia los lados; se mostraba orgulloso, y parecía agradecerle tantos años de alimentarlo y cuidarlo con tanto amor.
Luego de liberarse de su dulce carga, el oso bajó las escaleras; y arrastró los dos cuerpos a la vez... lanzándoles río abajo; donde unos cocodrilos celebrarían un gran banquete.
¡Nadie, jamás, se atrevería a posar sus manos en aquella cabaña!
Y así, la hermosa abuelita y su pequeña nieta, continuaron su vida de ensueño; divirtiéndose y bañándose en un lago, que se formaba a la orilla del río.
La cabaña y sus alrededores era un lugar muy seguro, donde si deseaban podían despojarse de sus ropas; pasarla maravillosamente, sin pena alguna de ser atacadas... pues siempre estaban bajo la protección de su fiel guardián.
En esta oportunidad, no hay príncipe azul, aunque está en la mente del escritor. Jajaja!
Derechos de Autor.
Colabora en imágenes,
Silvia Regina Cossio Cámara.
sacado de un texto.
Cuando comentamos, a otras personas, no solo le incentivamos a seguir. Si no que fomentamos su memoria para que siempre siga viva, y no envejezca ni se sienta nunca sola. O solo, nunca, sino que también nos tienen y nos necesitan. pues somos parte de ellos, y ellos de nosotros.
no vale solo escribir nosotros, no tiene sentido, si nadie nos comentan,
hay que aprender a dar un poco de nuestra amistad.
Saludos a todos, es, una inspiración, de buenas tardes, noches.
ENRIQUE NIETO RUBIO.
DERECHOS RESERVADOS DE AUTOR.
A los mayores y abuelos. En protesta.
Ya tiempos atrás escribí por el abandono de muchos mayores en residencias que eran alimentados malamente y Chicote, lo verificó.
Muchas quejas de familiares que nadie les hicieron caso.
La administración del estado se lavó las manos, en todo esto, pues salió en televisión como denuncia.
Hoy con este virus traidor, que por negligencia de sus cuidadores han provocado miles de muertos en todo el mundo, cada día se cuentan a cientos, y parece ser que el culpable solo es un virus que aunque no tiene piernas, sí sabe desplazarse muy bien.
Qué casualidad, que ha entrado donde más sensibilidad hay, en estas residencias de muertos. Quizás fueran esos cementerios,
donde está el dolor, este se ha estrangulado en algunas gargantas.
Hoy a las ocho hurras por los médicos y enfermeros, aunque en sus manos están los muertos.
Dónde está la humanidad, le dan paso a los más jóvenes, y aquellos que lo dieron todo por sus familias, y en bien de la humanidad: ooo solo pobrecito a no importa ya era muy mayor.
Eso es todo lo que tenemos que¿decir?
ooo a este bicho le ganaremos, pero a cuantas vidas se está llevando,
por culpa de quienes eran sus guardianes.
Bueno que hay excepciones, sí, las hay, pero quien esté libre de culpa que tire la primera piedra.
Hay médicos que han jugado a ser dios, este se queda, este se va.
un mundo de compasión debería de haber detrás de cada muerto, y todo por negligencia de sus gobernantes.
solo he visto en este pueblo que ahora no recuerdo su nombre, que han protegido a estos ancianos, a capa y espada, ellos si merecen un hurra, ellos si los han protegido con todo el amor del mundo, no se les han ido ninguno.
Después de esto deberían de rodar muchas cabezas.
Tiemblo si este asesino de virus""" se hubiera llevado a cualquier persona, pese a su edad, y si fuera a los niños que hubiera pasado" solo que Dios haga justicia y todo el que sea culpable que lo pague en esta vida, ya que yo no creo en otra celestial.
Cuanta soledad habrían vivido estas criaturas nuestras y cuanto dolor.
Solo era un sentir, en protesta.
De Enrique Nieto Rubio.
Perdón por la dureza en indignación.
Tu mi adorada poeta, soñadora del querer.
Rebosante de alegría, hermosa por deber.
Tu mi tierna Dulcinea, señora de gran postín,
que te duermes por las noches, sin acordarte de mí,
que un día tú, amor me dabas, un día y del mejor,
ahora en tu almohada solo te acuerdas de Dios.
Ya pasaste tus plegarias, en recuerdos del ayer.
Olvidando lo más bello, el amor y el placer.
Que vivimos muchos años, soñando en el querer.
Qué besos fueron deseados, y la envidia a nuestros pies.
Hoy vivimos desolados, el tiempo nos lo robó.
El amor apasionado, que teníamos los dos.
Hoy te vuelvo a recordar, poetisa de mi querer,
cuantos besos dedicados, a los sueños del placer.
Hoy ya vives en tu cabaña, rodeada de ilusión,
de esos preciosos niños, qué nietos tuyos son.
Pero no es reproches mi amor,
que la poesía me embarga,
solo sentirte en la magia, de vivir con ilusión.
Que aunque el amor ya no es nada,
pero si es ilusión, de darte la enhorabuena.
Por ser mi mejor amor.
Enrique Nieto Rubio
derechos reservados.
Dedicado a todas las poetas del mundo.
El Castillo Mágico del Poeta.
Érase una historia verdadera, de un fantástico castillo,
se llama El Castillo Mágico del Poeta.
Aquí vive una hermosa princesa, se llama, Fay Gwillyon, de chiquita, una niña maravillosa.
Con su padre, el rey y la reina, ellos siempre la tenían muy cobijada y nunca salía del castillo.
Les construyeron dentro del castillo que además era un palacio tremendo, grandes jardines, ella lo tenía todo, pero de puertas a fuera el mundo era muy cruel, así que estaba constantemente vigilada.
Ella, fue creciendo, hermosa y feliz, pero también había soldados dentro del castillo mágico, que violaban las normas, y evadían la magia, aquella, que con el tiempo fuero aprendiendo,
ya la princesa con dieciséis años, una hermosa muchacha con cabellos dorados, algunos de los vigilantes la miraban, con esos ojos de sátiros violadores, incluso llegando a asediarla, ella, aunque conseguía escapar, siempre estaba, en peligro.
El rey a estos los mandaban a ahorcar, pero siempre salían otros.
Ya en los reinos de España escucharon de esta hermosa princesa Fay, y que este castillo ya no era seguro, pues había demasiados enemigos dentro.
Abd-al Rahman III. soberano del Califato Omeya este rey
se dirigió a este castillo, pidiendo audiencia al rey, viajo con cien camellos llenos de presentes para este rey, pues aunque
las religiones eran muy distintas al musulmán, no lo paraba nada, ya que en otro tiempo lucharon juntos en varias batallas.
Caminaron muchos meses, desde el palacio de medina hazara
de córdoba, hasta llegar a allí. Ya en las puertas del castillo los recibieron maravillosamente, y el rey cenó solo con el y la reina y princesa.
Lo que el califato no esperaba, es tener un polizón en sus filas, y lo descubrieron.
Tenía una babucha, que no se le veía el rostro, y lo detuvieron, por seguridad.
Cuando lo llevaron hasta él, le quitaron la babucha y era la hija del califato, que estando en medina halzahara, escuchó la historia de esta familia, y le picó la curiosidad, esta princesa era una maravillosa niña de dieciséis años, que era una fantástica poetiza, como su madre.
Medina hazara, aquí por entonces, era la cuna de la poesía de todo el mundo, pues su cultura se arraigó en el amor y la poesía.
La literatura, entonces, era lo más grande, y el palacio más hermoso del mundo.
Bueno, seguimos, cuando el califato la vio dijo: pero que haces tú aquí, ella se arrodilló ante él y respondió: padres es que quería conocer a la princesa en apuros:ya te daré yo apuros, anda, ven a mi lado.
Así terminó, esta presentación, y las dos princesas se conocieron y se hicieron muy amigas.
Cuando terminaron la cena, el Cordobés musulmán le dio muchos presentes, en regalos para el y la reina, mientras ellas dos se fueron a sus aposentos, y allí recitaron preciosos poemas de amor a sus apuestos soñadores, de sus noches.
Ya estando la luna encima, una luna nunca vista, las dos princesas salieron a un balcón, allí en una de las torres del castillo, y gozaron de esa noche estrellada que les brindaba el universo. Y que les duró hasta el alba.
El rey del castillo le habló de la inseguridad por su reino y el musulmán le ofreció refuerzos de grandes luchadores, fieles a él.
Y además le propuso, traerse a la princesa al palacio de Córdoba, donde la seguridad era tremenda,
y todos fieles al rey musulmán.
Y así lo hicieron. La princesa del castillo, se tiró cuatro años en el palacio de Medina azara en córdoba, aprendiendo y desarrollándose perfectamente con esta cultura musulmana, que era lo más.
Al poco de marcharse se enamoró de un consejero de este rey y pronto se casarían y marcharían a su castillo mágico, donde todo ya sé
había calmado, y reinaban en paz, con todo su pueblo.
Ellas, desde entonces, se visitan constante, mente y se cartean sus chismes amorosos.
FIN.
Enrique Nieto Rubio,
derechos reservados
Dedicado al CASTILLO MÁGICO DEL POETA,
en este su décimo año. FELICIDADES.
Rusia, de Enricostro.
Dios todopoderoso,
tú que reinas en los confines de los universos,
donde estás,
porque te escondes de nosotros.
Porque vuelves la cara,
para no ver el dolor, de tus hermanos.
No ves, el dolor que hay en el mundo,
por estas malditas guerras,
que un hermano de satanás, está creando.
A caso Dios, no ves tanto dolor,
tantos niños pequeños sufriendo,
tantas madres destrozadas,
y los abuelos y abuelas,
que quisieran morir antes,
de ver, que a sus nietos, les sangra el corazón.
O Dios no escondas tu cabeza,
como el avestruz,
para ignorar que el mundo está llorando.
O Dios no ves que lo que para Ucrania,
lo que es bueno, También lo sería para Rusia.
Porque este maldito hombre,
no lo entiende, por qué matan a inocentes y para qué.
Gran Dios, para, esta guerra absurda,
que no es buena para nadie.
Ayúdanos protégenos del diablo,
Dios no nos abandones ni nos dejes caer,
por el precipicio del odio.
No nos dejes, que la maldad de unos,
nos llegan a los demás,
envenenando nuestros corazones.
Dios, los Ucranianos no se merecen tanto dolor.
El mundo no se creó, asesinando, a personas.
Se creó con la bondad y el amor.
Ayúdalos Dios mío,
has que este hombre, entre en razón.
Míranos Dios, y no te escondas bajo las bombas asesinas.
Esto es un ruego, o una plegaria,
ya sabes, que no soy un buen creyente,
pero si sé, que si quisieras nos verías,
pues tú eres grande y omnipotente,
Y si sé que estas hay.
Enrique Nieto Rubio.
Derechos reservados.
RUSIA CON ESTA GUERRA
solo hacéis que los Estados Unidos sean aún más ricos.
En ventas de armas. Fantástico
sois muy listos.
s ispanskogo Rossiya, Enrikostro.
Vsemogushchiy Bog, ty, tsarstvuyushchiy v predelakh vselennykh, gde ty,
potomu chto ty pryachesh'sya ot nas.
Pochemu ty povorachivayesh' litso chtoby ne videt'
boli svoikh brat'yev.
Razve ty ne vidish', bol', chto yest' v mire,
dlya etoy proklyatoy voyny, chto tvorit brat satany.
Bozhe, razve ty ne vidish' stol'ko boli, tak mnogo malen'kikh detey,
stradayushchikh, tak mnogo slomlennykh materey,
i dedushki i babushki, kto khotel umeret' ran'she, videt',
chto yego vnuki, ikh serdtsa istekayut krov'yu.
O Bozhe, ne pryach' golovu, kak straus, ignorirovat' to,
chto mir plachet. Ili bozhe ty ne vidish' chto nafiga Ukraina,
chto khorosho, Eto bylo by khorosho i dlya Rossii.
Potomu chto etot proklyatyy chelovek, On ne ponimayet,
pochemu on ubivayet nevinnykh i za chto.
Velikiy Bozhe, ostanovi, etu nelepuyu voynu,
chto nikomu ne idet na pol'zu.
pomogi nam zashchitit' nas ot d'yavola,
Bog ne ostavit nas i ne dast nam upast',
nad propast'yu nenavisti.
Ne ostav' nas, chto zlo kakoye-to, dostich' ostal'nykh iz nas,
otravlyaya nashi serdtsa.
Bozhe ukraintsy ne zasluzhili stol'ko boli.
Mir ne byl sozdan putem ubiystva lyudey.
On sozdan s dobrotoy i lyubov'yu.
Pomogi im, moy Bog, Zastav' etogo cheloveka ponyat' prichinu.
Posmotri na nas, Bozhe, i ne pryach'sya pod bombami-ubiytsami.
Eto pros'ba, ili molitva, Vy znayete, chto ya ne veruyushchiy, no ya znayu,
chto yesli by ty khotel, ty by nas uvidel, potomu chto ty velik i vsemogushch,
I da, ya znayu, chto ty tam.
Enrike N'yeto Rubio.
vse prava zashchishcheny.
Si tú estuvieras,
EN OTRA DIMENSIÓN dentro de su mente,
ocurrió en día de esos.
Este matrimonio,
vivía en una auténtica monotonía.
Era un típico matrimonio rodeados de hijos y nietos, pero con una vida efímera, pues carecían de todos efectos amorosos entre ellos.
Pero que pasó aquel día.
De pronto todo el mundo quedó blanco, sus cielos helados, incluso vieron coches subir para arriba.
Todas las gentes corrían aterrados, el frío era muy intenso,
Las personas dejaron de salir a la calle,
nada en las calles se movía,
así pasaron dos semanas, pero ya en las casas faltaban los alimentos y productos de primera necesidad. y habría que conseguirlo de cualquier modo, así que tuvieron que saquear tiendas, pero eso sí, muy tapados, pues al menos eran 20 grados bajo cero.
Muchos, quedaron congelados antes de llegar a sus casas, en lo cual, otros que los veían caer desde sus ventanas, y estaban más cercanos, salían, a llevarse esos motines, ganados en la batalla.
ya la desesperación fue muy grande, nuestro protagonista fue uno de ellos que estaba más cercano, así se arriesgó, pero otros muchos iban con pistolas y cuchillos, y habría que ser el más rápido, así que lo hizo.
Salió, cogió el botín y corrió, pero una chica perdida se encontró entre el fuego enemigo y de un manotazo la cogió de la cintura y se la llevó también.
esta mujer, ya en casa, quedó en un rincón algo aislada, pues no era de la familia.
este hombre le dio de comer y beber, aunque su esposa no dijo nada, él se sentó junto a ella,
ella se abrazó a él dándoles las gracias, pues hubiera muerto seguro, así cuando llegó la noche.
Él la acariciaba, y ella lo agradecía.
Convivieron como pudieron dos meses, ya el último día él la tentó para hacerle el amor y ella aceptó con agrado.
y terminaron enamorándose en su misma casa y delante de su mujer.
Su esposa como que le daba igual, pues llevaban muchos años sin hacer el amor.
así, ya empezaron a aclarar los días, el sol empezaba a entrar, pero aún caían, esos coches que parecieron levitar.
Aunque se oían por hay grandes explosiones, el frío remitía bastante,
así salieron las gentes a las calles y empezó poco a poco a funcionar todo.
Una furgoneta que pasaba anunciando pan recién hecho y calentito, así todos se agolparon para comprar, el pan claro que una barra de pan costaba un euro bastante caro, pero las gentes se las quitaban de las manos,
y terminada la carga, este volvía a por más,
esta chica salió con él y cogieron, bastantes barras de pan, pues estaban muertos de hambre, supongo que como todos claro.
Ella, recordó, que tenía, una casa en el campo, la verdad, es una barriada hechas de casas adosadas, de bastantes años ya.
Él le ha pedido a ella, que lo esperara, subió el pan a la casa y le dijo a su esposa que se marchaba con ella, y así lo hizo.
Ya, en su casa, ella le contó que era de su padre que se la dejo a ella antes de morir.
y que era divorciada, desde hace cinco años.
se sinceraron totalmente a demás que trabajaba cerca, en la oficina de correos de oficinista,
fueron a la tienda y compraron de todo y a sí comenzó, esta relación de amor y pasión.
Pasaba el tiempo y eran de lo más felices, ella nunca le negó a él de lo que él quisiera con ella.
así estaba loquito con la chica, él se dedicó a la casa mientras ella trabajaba en correos, eran muy felices,
esta chica era muy sensible, cuando algo le preocupaba se le descomponía su preciosa cara.
Un día de pronto llamaron al timbre y era un hombre delgado y muy alto, este resultó ser el ex. marido de ella, él dio paso a la mujer que debatiera el problema y se apartó.
este le suplicó, que lo dejara entrar, que se había enfadado con su madre, y lo había echado a la calle.
Ella miró a Manuel y él se encogió de hombros como diciendo tu casa es.
¿Así que ella, incapaz de decirle que no, le dijo:bueno, hay tienes esa habitación si quieres? ¡Él aceptó! Y se quedó, se veía que ella aún lo seguía queriendo. Manuel se sintió desplazado y le dijo:
¿bueno, entonces me marcho verdad?
de eso nada, tú serás siempre, mi amor más profundo, sin ti que iba a ser yo.
Así se besaron y se marcharon a su dormitorio donde hicieron el amor intensamente,.
Fue pasando el tiempo, y su ex se iba pegando más y más a la relación
hasta que un día, le pidió a ella, hacer el amor, y así lo hicieron, pero con su novio que también participó, en la acción amorosa.
cosa que quedó para siempre.
Ya para los ojos de los vecinos uno era el hermano del otro, y así todo quedaba tapado.
Al año, el exmarido, le confesó a ella, que se había enamorado de otra mujer, y que se tenía que ir.
nunca más se supo de él, en esta relación que después duró hasta el fin de los tiempos, con un amor tan vivo como el primer día.
Enrique Nieto Rubio.
derechos reservados.
En relatos cortos.