Donde estarás,
qué tanto pienso en ti
que si mucho amor tenía,
él se marchó de mí.
Donde estarás, pues,
que mi esperanza se nubló,
si yo no te vuelvo a ver,
qué será de mi pasión.
Si un día te marchaste,
sin decirme ni un adiós,
y la amistad que teníamos,
dónde y cómo se machó.
Que nunca me dejarías,
ese fue tu sentimiento,
ahora veo que todo fue mentira,
que tu amor no era cierto.
Tantos años que vivimos,
un amor apasionado,
mira, pues cielito mío,
que tu amor todo era vano.
Me decías que me querías,
que te morías por mí,
y al otro que también lloraba,
también le decías que sí.
Que listas fuisteis mujer,
jugando con dos amores,
dos amores a la vez,
y a los dos, le mandabas flores.
Acaso eran para mi entierro,
o quizás para él, de él,
pues debimos de morirnos,
muchas flores me encontré.
Tú yo y el hombre aquel,
Qué bonito era aquello,
un juego de amor que fue,
pero solo jugabas tú
y nosotros, nosotros que.
Pues por más tiempo que pase,
nunca te olvidaré,
aquellas lágrimas vertidas,
encima de aquel ayer,
están dentro de mí,
por siempre en mi querer.
Más ya se ha pasado el tiempo,
y nada se puede hacer,
quizás fue que moriste,
o te marchaste con él.
Pero no sufras por mí,
que sin ti yo viviré,
buscaré otro amor sincero,
y a ti te olvidaré.
Enrique Nieto Rubio,
derechos reservados. .
DM.YD.YP.O.YO.
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