Llantos que viven en mí,
lágrimas de desolación;
lágrimas de desolación;
ella se quiere morir...
pues necesita un amor.
pues necesita un amor.
Llantos de mi sentir,
que ahogan hasta su alma;
que ahogan hasta su alma;
ella se quiere morir...
pues le falta la esperanza.
pues le falta la esperanza.
Llantos sin compasión,
que nadie le va entendiendo,
que nadie le va entendiendo,
ella llora por su amor...
quién muy lejos está viviendo.
quién muy lejos está viviendo.
Llanto hay en su querer,
que no la deja marchar;
que no la deja marchar;
son los fantasmas del ayer,
que no le dejan volar.
que no le dejan volar.
Vive presa en su pasado,
el que la tiene acorralada;
el que la tiene acorralada;
y mira a través de la ventana,
llorando sin ser consolada.
llorando sin ser consolada.
Más un día, un ángel apareció,
suplicándole por favor:
suplicándole por favor:
¡Traspasa la puerta mi niña!
¡Y encontrarás la razón!
¡Y encontrarás la razón!
Pues aun dentro, de esta casa,
tienes forjada tu prisión;
tienes forjada tu prisión;
fuera de ella, te está esperando,
un mundo lleno de amor.
un mundo lleno de amor.
Deja los prejuicios mi niña,
y no vuelvas la vista atrás;
y no vuelvas la vista atrás;
encontrarás jardines de colores,
y un mundo de felicidad.
y un mundo de felicidad.
Enrique Nieto Rubio
*Derechos Reservados*
DR.IO.DO.DI.OA.
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