martes, 11 de febrero de 2020

.Ani, ella Se marchó de Enricostro.



Mucho... mucho,
 la quería, y ella se marchó. 
Me destrozó la vida,
y me destrozó el corazón. 
Cantos de sirenas,
 en una carta me envió; 
diciéndome yo te quiero,
 como a un hermano. 

Algunos años después,
 ella se fue al cielo... 

y yo la sigo esperando;
 pero ella nunca volverá. 

Hoy con otra me he casado;
 pero a ella nunca la olvide.
Pues nunca se dio el encuentro,
 de volverla a ver. 


Mis ojos han quedado ciegos;
 con el canto de aquel querer. 

Enrique Nieto Rubio. 
*Derechos de Autor*

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