Que no te culpen de nada,
que no te hagan sufrir;
que no te hagan sufrir;
que no te digan que mientes,
porque vives para mí.
porque vives para mí.
Que no te roben la dicha,
que no te alejen de mí;
que no te alejen de mí;
que si yo he sido tu suerte,
para que te hagan sufrir.
para que te hagan sufrir.
Si las estrellas del cielo,
alumbra a todo ser;
alumbra a todo ser;
lo mismo haces tú,
día a día... iluminando mi querer.
día a día... iluminando mi querer.
Que no te echen la culpa,
porque tú no lo quieras a él...
porque tú no lo quieras a él...
pues el corazón es libre,
y este no entiende el porqué.
y este no entiende el porqué.
Que tus caricias son tiernas,
y tu encanto sin igual;
y tu encanto sin igual;
que tus besos son profundos,
como las aguas del mar.
como las aguas del mar.
Que no te llame la muerte,
que tú vivas solo en mí;
que tú vivas solo en mí;
que yo te daré mi suerte...
para que tú seas muy feliz.
para que tú seas muy feliz.
Que no te llame la mami,
con reproches, y sin razón...
con reproches, y sin razón...
que si tú sufres es por algo,
y ese algo, es nuestro amor.
y ese algo, es nuestro amor.
Enrique Nieto Rubio
*Derechos Reservados*
Colabora en imágenes,
Silvia Regina Cossio Cámara.
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