..Oh Dios en súplicas.

¡Oh Dios! Que infinitamente,
 grande eres en tu universo, 

qué desafiante lo pones...

 No dudes que intentaremos ser buenos;  

para así, lograr encontrarte,

 en el reino de tu misericordia. 

Y es que, aunque mortales somos,
 en el camino de la vida 

imposible ha sido desesperamos...
al parecernos,
 Dios mío; que no, nos escuchas...

¿Y quisiéramos saber por qué? 

Si tan ocupado estás...
manda un ángel guardián protector, 

para que en este llorar nos consuele,
 y nos calmé, tanto dolor. 

En un tiempo mandasteis,
 a tu Hijo único y amado... Jesús; 

y como no quisimos entenderlo
 ¡Muerte le dimos en la Cruz! 

¡Hoy te pedimos perdón! 
Pues si tanto daño le hicimos, 

no fue nuestra intención...
Simplemente no supimos, 

comprenderlo,
 y valorarlo en su magnificente amor. 

¡Perdónanos Dios del Cielo!,
 Porque volvería a suceder... 

Pues nuestros actos están podridos,
 por tanta desigualdad. 

Sí estamos matando de hambre, 
a niños que no se lo merecen; 

haciéndoles preguntarse:
 ¿Cuál es la maldad?
 cometida en su corto vivir? 

Ya que día a día, 
les duele la barriga,
 al no tener que comer. 

Sin embargo, esperamos al final;
 encontrarte en el espacio sin fin; 

donde buscaremos la forma,
 aún... en lo más lejos,
 para hacerte sonreír: 

Y que Tú nos auxilies,
 echándonos una mano...
y a tu lado poder ser feliz. 

Enrique Nieto Rubio 

*Derechos Reservados*

Colabora en imágenes,

 Silvia Regina Cossio Cámara.