Déjame sentir tus labios,
esos labios de caramelo,
que quiero endulzar mi sentir,
y creerme en esos cielos.
Déjame sentir tu aroma,
ese aroma de mujer…
Despertarme en tu vientre,
ese vientre de placer.
Rózame con tu cariño,
hazme de nuevo mujer
ese hombre, casi un niño,
que muera por tu querer.
Nunca dejes de mirarme,
pues sin ti yo no soy nada,
una sombra en el camino,
que ni cobija o sirve de nada.
Dile a nuestro Diosito del cielo,
que nos dé una oportunidad,
si no es en la presente vida…
En la otra, que yo sabré esperar.
Siénteme mujer muy cerquita,
pero cerquita y junto a ti…
Que mis ojos puedan verte,
y escucharte siempre muy feliz.
Que si mucho daño te hice,
mucho más daño me hice yo,
después de amarte tanto…
Y luego perderte por amor.
Que hay cosas que se escapan,
y que el corazón no entiende.
Déjame quererte un poco más,
solo un poco amor… ¡Por favor!
Enrique Nieto Rubio.
Derechos de Autor.
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