El náufrago pescador, Cuentos.
Año 1302, un día, salió de las costas de España en Gibraltar, un humilde pescador, con su hijo de siete años.
Cuando un maldito vendaval lo sorprendió y revoloteo su barca entre ciclones tremendos, ellos solo les quedó agarrarse donde pudieron,
entre unas bravías olas, que destrozan el barco.
Julito, el niño, se golpeó y todo desapareció, en ese mar de terror, su padre lo buscaba, entre las maderas que quedaron esparcidas,
él no paraba de repetir,
¿Dios mío, mi niño, mi, niño.?
Sus lágrimas se mezclaron, con las olas del mar y se batieron entre aguas saladas.
Pronto se hizo la noche. Y el padre agarrado a un travesaño, del barco, quedó en total oscuridad.
En mitad de la noche, él gritaba su nombre,
¿Julito, Julito, hijo mío donde estás?
pero el silencio se adueñó de la oscuridad y el mar volvió en calma, quedando un manto de estrellas, en el cielo azul. Que se juntaban con el mar.
Así pasaron las horas y ya extenuado, ya se iba hundiendo, pues las fuerzas ya no lo sostenían,
pero cuando su boca, ya pisaba las aguas saladas, sus pies chocaron con unas piedras, que a tropezones, consiguió llegar a tierra.
Ala mañana siguiente, cuando el sol subía, este hombre empezó a reaccionar abriendo los ojos,
¿Julito donde estas,?
Avía llegado a una pequeña isla, de canarias, que entonces estaba toda deshabitada, pero él no sabía dónde estaba. Se levantó de inmediato pidiéndole a DIOS que su hijo Julito estuviera allí, vivo.
Lo buscó sin parar, hasta que le dio toda la vuelta a la isla y allí, en la orilla, estaba sentado el niño aún desconcertado,
¿Julito gritó su padre?
y este, volvió la cara, se abrazaron, como si hubieran estado, toda una eternidad separados.
Estuvieron allí muchos días, y meses, comían cangrejos y poco más,
ellos esperaban que los encontraran pronto, pero pasaron los meses.
El papá de Julito, se entretuvo en hacerle un pequeño muñeco de madera, de unos diez centímetros de grande, y se lo pintó con colorantes, de las plantas, pues era su cumpleaños, y así lo celebraron.
El niño jugó mucho con aquel muñeco, que su papá le hizo con mucho amor, así él hablaba mucho con su muñeco, y vivieron en una cueva muy grande y honda, que había allí cerca de la playa.
La familia se volvió loca de alegría, y lo celebraron con una gran fiesta.
Cuando llegó la noche, Julito, asustado, pues tuvo una pesadilla, se fue al dormitorio de su papá y le dijo,
¿papá he tenido una pesadilla?
¿si no te preocupes ven acuéstate con nosotros?
Su papá para reconfortarlo le dijo,
¿no te preocupes allí en aquella cueva, estará muy bien?
y se echaron a dormir.
Pero fue pasando el tiempo y el niño, se iba a la escuela y a todos les contó aquella historia, que habían vivido los dos,
y todos los niños estaban encantados con él, ya lo tenían como un héroe.
En la isla, un triste muñeco, se pasaba días y noches, esperando a Julito, su hermano, que no llegaba nunca, y un día decidió salir de la cueva, preguntó a los cangrejos, que si habían
Y así por toda la isla, preguntándole a todos los animales, y nada.
Al día siguiente, escuchó a dos gaviotas que se decían la una a la otra, ¿sabes que en la costa de España hay un gran banco, de boquerones?
Lo buscó sin parar, hasta que le dio toda la vuelta a la isla y allí, en la orilla, estaba sentado el niño aún desconcertado,
¿Julito gritó su padre?
y este, volvió la cara, se abrazaron, como si hubieran estado, toda una eternidad separados.
Estuvieron allí muchos días, y meses, comían cangrejos y poco más,
ellos esperaban que los encontraran pronto, pero pasaron los meses.
El papá de Julito, se entretuvo en hacerle un pequeño muñeco de madera, de unos diez centímetros de grande, y se lo pintó con colorantes, de las plantas, pues era su cumpleaños, y así lo celebraron.
El niño jugó mucho con aquel muñeco, que su papá le hizo con mucho amor, así él hablaba mucho con su muñeco, y vivieron en una cueva muy grande y honda, que había allí cerca de la playa.
Un día, unos pescadores pasaron por haya y los llamaron y viendo que eran ellos, se alegraron mucho, así que los subieron al barco, que ya iba lleno de pescado, y los llevaron hasta Gibraltar, y de allí hasta su casa.
La familia se volvió loca de alegría, y lo celebraron con una gran fiesta.
Cuando llegó la noche, Julito, asustado, pues tuvo una pesadilla, se fue al dormitorio de su papá y le dijo,
¿papá he tenido una pesadilla?
¿si no te preocupes ven acuéstate con nosotros?
¿Sabes papá, me he dejado mi muñeco olvidado en aquella isla?
Su papá para reconfortarlo le dijo,
¿no te preocupes allí en aquella cueva, estará muy bien?
y se echaron a dormir.
Pero fue pasando el tiempo y el niño, se iba a la escuela y a todos les contó aquella historia, que habían vivido los dos,
y todos los niños estaban encantados con él, ya lo tenían como un héroe.
Pero Julito, de quien hablaba mucho, todos los días, era de las aventuras que corrieron, en aquella isla, él y su muñeco de madera, que era casi un hermano para él.
…....................En la isla, un triste muñeco, se pasaba días y noches, esperando a Julito, su hermano, que no llegaba nunca, y un día decidió salir de la cueva, preguntó a los cangrejos, que si habían
Visto a Julito, y mi papá.
Los cangrejos no sabían nada, buscó a una tortuga que Julito encima de ella, lo paseaba y la tortuga le dijo que no sabía dónde estaban.
Y así por toda la isla, preguntándole a todos los animales, y nada.
Al día siguiente, escuchó a dos gaviotas que se decían la una a la otra, ¿sabes que en la costa de España hay un gran banco, de boquerones?
riquísimos?
¿Así pues, y porque no nos vamos allí?
¿pues sí mira?
a esto que el muñeco salió detrás de las piedras y le preguntó.
¿pues sí mira?
a esto que el muñeco salió detrás de las piedras y le preguntó.
¿Oye habéis visto a mi hermano, y a mi papá, por algún sitio, es que llevo muchos días y no los veo?
Una de las gaviotas le dijo,
¿si yo lo vi se subieron en un barco y se fueron para allá fue el barco María Isabel que está atracado en Gibraltar?
¿A sí, y tú me podrías llevar con mi hermano?
¿si claro como no, y sé hásta en la casa que viven, pues ese día volaba yo por allí?
¿hay muchas gracias, volveré con mi hermano si bien,,,,?
Así la gaviota, cogió una raíz seca y cogiéndolo de la cintura, se fueron hasta España y lo llevó a su casa y en el patio, lo dejó.
¿amigo me voy, que se me escapan, los boquerones?
¿gracias, gracias?
Al poco rato llegó Julito del colegio, y cuando encontró a su muñeco de madera, se puso lo más de contento y desde entonces, jamás volvieron a separarse y se lo llevaba, todos los días, al cole,
FIN.
Enrique Nieto Rubio.
Derechos de autor.
DA. J.DOIP.II,CO.98.
Una de las gaviotas le dijo,
¿si yo lo vi se subieron en un barco y se fueron para allá fue el barco María Isabel que está atracado en Gibraltar?
¿A sí, y tú me podrías llevar con mi hermano?
¿si claro como no, y sé hásta en la casa que viven, pues ese día volaba yo por allí?
¿hay muchas gracias, volveré con mi hermano si bien,,,,?
Así la gaviota, cogió una raíz seca y cogiéndolo de la cintura, se fueron hasta España y lo llevó a su casa y en el patio, lo dejó.
¿amigo me voy, que se me escapan, los boquerones?
¿gracias, gracias?
Al poco rato llegó Julito del colegio, y cuando encontró a su muñeco de madera, se puso lo más de contento y desde entonces, jamás volvieron a separarse y se lo llevaba, todos los días, al cole,
FIN.
Enrique Nieto Rubio.
Derechos de autor.
DA. J.DOIP.II,CO.98.
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