domingo, 30 de agosto de 2015

.Era una linda flor de Enricostro.


Era una linda flor... delicada flor de grandes pasiones, 

qué entraste en mi corazón para llenarme de ilusiones. 

Tú llenaste mi sentir, qué dormido lo tenía... 

Iluminaste mi vida y acariciantes mis tristes días. 

Tú me devolviste la esperanza de un nuevo amanecer, 

y espere tantos amaneceres, a que volvieses a mi ser. 

¡Sí! Esperando todas las tardes, y un nuevo día solo por ti. 

Pues si aquí se hacía tarde... contigo amanecía en tu vivir. 


Son las horas que nos separan, en la distancia del camino; 

día y noche batallamos para encontrar un mismo destino. 

Hermosas flores te entregué, cuando el día amanecía... 

e innumerables sueños te conté, para sentir tu alegría. 



Y así, escucharte decir, "Sí, mi amor... contigo soy feliz"... 

Tú me brindabas la calma, me contagiabas tu alegría;  

me colmabas de dulces besos, llenando de vida todo mi ser; 

iluminando así, todos mis sueños... sueños de un nuevo día. 



Pero como todo en esta vida... en el roce diario está el cariño;

más cuando todo se abandona, se nos va enfriando el sentido... 

Poco a poco se van olvidando los sueños, y se desconoce el camino; 

así como poco a poco... ¡Se enfrían las ilusiones y se mueren los sentidos!
Enrique Nieto Rubio 

*Derechos de Autor*

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