Un gorrioncillo cantaba,
entre tanta desolación,
con una alita quemada,
Buscando una esperanza,
y buscando un rincón,
con unas hojillas verdes,
saltando entre ramas encendidas,
con sus patitas heridas,
Llamando con su piar,
a otra alma perdida,
que la pueda consolar.
A lo lejos se divisa,
entre llamas y rescoldos,
a una gorrioncilla asustada,
llorando de dolor,
pues está medio quemada,
sin entender qué es lo que pasó,
llorando de dolor,
pues está medio quemada,
sin entender qué es lo que pasó,
Este se fue acercando,
y le pregunta el porqué,
por qué queman nuestra casa,
porque destruyen nuestra fe.
nos quitan hasta el vivir,
este mundo se nos muere;
Los campos están quemados...
¡Y la tierra llega a su fin!
*Derechos de Autor*
Colabora en imágenes,
Silvia Regina Cossio Cámara.
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