sábado, 27 de julio de 2013

..Precioso rostro, preciosa mujer de Enricostro.




Entre pétalos de rosas,
existe una bella mujer
que robándome el néctar de la flor,
me robo mi querer.
Devuélveme mi néctar
bella dama, devuélveme mi querer,
que sin el querer no hay flor
ni néctar que beber.
Me embriagaré de ti,
si tú me quieres tener...
Me embriagaré de tus deseos
de tu cuerpo de placer.

Que como dos avispas
volando de flor en flor,
juraremos al escondite
al deseo y el amor.
Surcaremos los vientos
buscando un renacer,
y así, llenarnos de deseos
de sueños y del querer.
Entre pétalos de rosas
existe una bella mujer,
y no hay flor más hermosa
que la rosa del querer.

Enrique Nieto Rubio
*Derechos Reservados*
colaboradora en imagen.
Silvia Regina Cossio Cámara.


..Con esa carita de niña de Enricostro.




Con esa carita niña,
 tú me tienes completamente enamorado.;
Ansío esa deliciosa boquita cielo, 
para darte un buen bocado. 

Con esos ojitos negros,
 y coquetos  a la vez,
 tú me tienes eclipsado,
 y con ganas de querer.;
 

Y con ese cuerpo hermoso,
 me encuentro más que ilusionado. 
Y si me miras no respondo,
ya ves estoy desesperado.


Con tantos atributos juntos... 
¿Qué quieres que yo te diga? 
Y es que cuando te pienso niña,
me duele hasta la barriga.

Y se me encienden los sentidos.

Más si alguien me quiere decir,
 
que no es para perder la razón;  
tendría que leer mis pensamientos,
 pues tu mi amor, 
me tienes loco de pasión. 


Cuando a ti te lo confieso,
 me dices: ¡Qué sensible corazón! 

Pues ya lo ves mi cielo,
 cuando te observo,
 me matas de emoción. 
¡Y por pasión yo quisiera! 
¡Hasta romper la razón.!

 Porque dime: ¿Cómo es posible? 
Que un cuerpo pueda contener,
 
tanta hermosura junta;
¿y pretendas que sin refutar?
 acepte... que yo no te pueda poseer? 


Ábreme la puerta niña, 
deja al menos,
 
que mi mente pueda entrar;
y embelesarme con ese cuerpo hermoso, 
que no me deja pensar. 

Más cuando lo pienso, me da miedo...
Que en tu cuerpo quiera estar;  
y que tú con esa linda boquita, 
me digas; de aquí no pasarás. 


! Y si me dices eso,
 ¡temo que 
de abstinencia de tu cuerpo!
¡Tú me matarás.! 


Enrique Nieto Rubio 
*Derechos de Autor*

Colaboración en imagen.
 Silvia Regina Cossio Cámara.

sábado, 13 de julio de 2013

..María Luisa....Un ángel del más allá, de Enricostro.



María Luisa, ella con nueve añitos, murió de Meningitis y neumonía.


En el cielo de los ángeles, pocas había como ella.


Graciosa, simpática y muy ocurrente; aún milita bromeaba con
 todos, pues todos los del barrio la queríamos mucho.

Pues en su enfermedad, irradia dulzura y ese encanto que te
 obligaba a quererla. Un 26 de diciembre cerró sus ojitos para
 siempre.

Todos en el barrio la lloramos... pero nadie quiso resignarse a
 perderla.

El entierro fue monumental, un carruaje con dos caballos blancos a
 la cabeza y una inmensa corona a cada lado.

El cementerio abarrotado de personas de todos sitios; hasta de
 Alemania vinieron a verla,

por parte de su papá que trabajaba allí.

Ya enterrada, todos los visitantes de rodillas en el suelo, pedían por
 ella para que se fuera al cielo.




Llovía a mares y el barro se adueñó de todas vestiduras de los
 visitantes; más a nadie le importaba el agua, el frío ni el barro.

Nada de nada solo deseaban acompañar a la pequeña niña; pues
 querían a María Luisa, esa niña chatita de ojos verdes y cabellos
 dorados.

En sus rezos se iluminó el sepulcro, y un gran resplandor salió a la
 superficie; era ella quien flotaba en el aire; y con una sonrisa
 encantadora y sus manos entreabiertas dijo:

- ¡Uy, uy! ¡Veo que no podéis vivir sin mí!

Pues bien, jugaremos en el bosque y el que me encuentre un beso y
 un chiste ¿Sí?

En ese mismo instante el cielo se abrió y el sol relucía como nunca.
 Se adentraron en el bosque y todos corrieron a buscarla, fue un día
 maravilloso.



Como el bosque era inmenso e imposible de encontrarla; ella se
 multiplicó y detrás de cada árbol salía ella y decía:

¡Ah me has pillado toma¡Un beso.! Muack... Y les contaba un chiste;
 así con todos a la vez.

El bosque entero se reía y la risa se notó hasta en China, que
 también se contagiaron de la risa aquella.

Así fue durante todo el día; ella relucía con una luz tremenda y al
 final de la tarde les dijo:

Todos los días, a la misma hora, estaré en el bosque, para quien me
 quiera visitar; y quien venga y me encuentre; le regalaré esta
 medalla de San Cristóbal, que le dará suerte.

María Luisa... repartió besos y todos quedaron de lo más contentos
 con ella.

Muchos años han pasado y María Luisa; sigue en el bosque
 corriendo y alegre. Otras generaciones la visitan cada día, y salen
 de lo más felices de este mundo.

Hoy es un hermoso parque lleno de flores y mariposas, que
 posándose en las cabezas de los visitantes, le susurran a las
 personas: Por allí niña... ¡Por allí!






En memoria de mi querida vecina... Con todo mi amor para ella, que
 fue un ángel y ahora en el cielo vive con Dios... El Creador del
 Universo.

Fin

*Derechos de Autor*

Enrique Nieto Rubio.

Colabora en imágenes,
Silvia Regina Cossio Cámara.

lunes, 8 de julio de 2013

..Ella Se marchó al cielo de Enricostro.




Mucho... mucho, 
la quería,
 y ella se marchó. 
Me destrozó la vida,
 y me destrozó el corazón. 


Cantos de sirenas, 
en una carta me envió; 
diciéndome yo te quiero, 
como a un hermano 
mi amor
y el corazón me destrozo. 


Algunos años después, 
ella se fue al cielo... 
Y yo la sigo esperando;  
pero ella nunca volverá. 


Hoy con otra me he casado; 
pero a ella nunca la puedo olvidar, 
pues nunca se dio el encuentro, 
de volverla a encontrar. 


Mis ojos han quedado ciegos; 
con el canto de aquel querer. 

Enrique Nieto Rubio 
*Derechos de Autor*
colaboradora en imagen.
Silvia Regina cossio Cámara.