martes, 12 de noviembre de 2024

El mundo de los robot de Enricostro.

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El mundo de los robots, de Enricostro.

Partiendo de la inteligencia artificial, esto no lo parará nadie, pues hoy en día todo va ya por las redes, desde la educación hasta la ciencia...

Los hombres viviremos cada vez más influidos, por esas normas que llegaran a todos.

Así, se regirá todo el sistema. Y todos anulando a quienes no estén de acuerdo, eliminándolos si fuera preciso.

Llegaremos a un punto, donde todo el mundo será gobernado por ese "Ente." Hasta los derechos más fundamentales, quizás pasen algunos millones de años, y la inteligencia artificial, que nos gobernara a todos, desde el espacio, y de seguro nos dominaran a todos, cosa que ya lo está haciendo, visto que todos o casi todos vivimos necesitados por un móvil y sin él ya no podemos vivir.

Y tendremos que acatar las órdenes que nos pongan.

Más si seguimos, así que lo aremos, pudiera ser que la inteligencia cobrara conciencia,

pues la conciencia es una forma de entender al ser humano.

Hoy la robótica y las factorías de coches, todo está informatizado, hoy ya se podría crear un robot maligno por sí mismo, los ejércitos serán de robot que ya los hay y superinteligentes.

Entonces y nosotros quizás sus esclavos, o sus mascotas.

Ellos terminarán gobernando el mundo, entero, capaces de bombardear cualquier sitio hostil para ellos. Y ya no valdrá culpar a ninguna nación, pues todas serán gobernadas por el sistema.

Así en un tiempo remoto, y quizás muy lejano, o no. Pudiera ser que nos quieran exterminar, que así pudiera ser y quizás lo sea.

Una vez echo, el mundo renacerá futurista y todo estará conectado electrónicamente, y serán ellos los que andén por las calles, así igual que si fuéramos nosotros, pues es lo que aprenderán ellos, porque día a día se lo iremos enseñando.

Entonces verás estos elementos en nuestros sofares en casa, viendo la televisión y tomarán otros robots inferiores, para que les sirvan como un criado o quizás un esclavo.

Desde cientos de años atrás nuestra historia está escrita y grabada desde los primitivos, los indios y los de color, esclavizados y golpeados, y esto ya estará en su A.D.N. por así decirlo.

Y ellos quizás se maltraten y se asesine ellos mismos, y de hay, se fabricaran más grandes y más inteligentes para sus gobiernos, y ya ven ellos mismos, surcaran los universos y repoblarán muchísimos planetas, ya que a ello no les afectaran las radiaciones ni nada.

Esto solo me llama a pensar, lo insignificantes que somos, seremos sus creadores y sus esclavos y de seguro que nos asesinarán en masa a todos.

Ellos tienen la llave que todo lo químico que hay en el mundo, todas las bacterias guardadas, todos los virus que hay cientos guardados, en laboratorios, que son mortales para nosotros, que ni siquiera hay vacunas.

Ya lo ven, señores, este será nuestro futuro,

y quizás ellos, sobrevivan a la muerte de nuestra estrella, pues solo ellos tendrán asesó a las energías. Limpias o no. SALUDOS desde el fin de los días.

POSDATA quizás haya sucedido en otros mundos, y que no nos extrañe si algún día, aparece una nave conducida solo por robot.

Enrique Nieto Rubio.

Derechos de autor.

viernes, 8 de noviembre de 2024

El niño y el oso de Enricostro (cuento)

 




El niño y el oso de Enricostro (cuento)

En un gran bosque cerca de una pequeña aldea, allí

dentro del bosque, apareció un niño, de unos tres años, estaba perdido y lloraba mucho, pues andaba y se caía, se levantaba y seguía caminando y seguía llorando mucho.

Ya al atardecer la noche se iba acercando y el chiquillo muerto de frío lloraba y lloraba.

Esto pasó, por qué unos papás jóvenes, se fueron de pícnic y el chiquillo se alejó sin que ellos se dieran ni cuenta.

Ya este niño, agotado de pronto un gran oso de más de dos metros, apareció entre el follaje, y agachó él hocicó, como para comérselo lo olió y el chico lo agarró con su manita, ya casi perdido.

Este saco sus grandes unas de más de dos cuartas, metiendo sus garras debajo del niño en forma de pala, y lo cogió pegándoselo a su cuerpo, lo abrigó de tal manera, que ni el mejor abrigo del mundo lo podría calentar.

Este niñito se arropó con él y quedo dormido.

Se suponía que llevándoselo a una cueva, en lo alto de la montaña, allí se lo comería.

El oso entró en su cueva, y quedo durmiendo con aquel niño.

A la mañana siguiente, el gran oso antes, de que se despertara, fue a por mucha fruta, trajo manzanas, un plátano, frambuesas, uvas, de todo, pues era tan grande que árbol alguno se le resistiría.

Con sus grandes uñas cortaba todo, en pequeños trocitos y se lo iba dando.

Más tarde, se tiraron todo el día jugando, y se divertían mucho los dos, el oso lo tomaba y por una gran cuesta se dejaba rodar con el chico que sé ría mucho...

Ya al atardecer comía y se echaba en lo alto del gran oso y se quedaba dormido...

Así pasaron varios días y por allí nadie paso, a buscarlo claro, a lo mejor pensaron que como vivía el oso, lo mejor sería no acercarse, pues parece ser que todo el pueblo lo busco.

Una noche de luna llena, el oso tomó al chico y bajo a la árdea sigilosamente, pues no quería, que la alarma se pusiera por el oso.

De todos modos, era ya muy tarde, y todos dormían, pues fuera de sus casas todo estaba superoscuro.

El oso anduvo todas las casa, y viendo que estaban oscuras es que estarían durmiendo, y supuso que sus papás no lo estarían, así que prosiguió mirando, y la última si tenía luz, pues ellos lloraban amargamente por su hijo que pensaron que ya estaría muerto.

El gran oso se asomó por la ventana, y con sus largas uñas ticó en el cristal, ellos miraban y solo se veía un gran bulto negro en la ventana, pero el oso que era muy listo, con sus manos levando al niño que dormía placidamente.

Lo vieron, y gritaron de la alegría, y sin más salieron corriendo hacia el oso, suponiendo que no les haría daño ...

O a si fue, cogieron a su niñito abrasándolo locamente, y este estaba supercalentito con el cuerpo del oso.

Sin más, los dos se agarraron al oso y se dieron un fuerte abrazo, ya de despedida el oso izo, un pequeño rugido y volviendo la cabeza con un gran gesto de amor.

Desde ese día los papás, subían a la cueva del oso y les dejaba al niño, que jugara con él y así fue para siempre su gran oso y hacían sus pícnics allí FIN

Enrique Nieto Rubio.
Derechos de autor.