Un día un humilde trabajador de una ciudad cualquiera, se levantó una mañana y dijo:¨¡Dios, qué sed tengo!¨. Y de pronto le apareció un vaso de agua fresquita en su mano.
Sorprendido, no volvió a hablar en todo el día.
Al día siguiente se levantó temprano, para trabajar en su empresa. De un trabajo cualquiera, y dijo:¨ ¡Ufff! ¨. No tengo ganas de trabajar. Me siento cansado.
De pronto le vino otro vaso de agua coloreada y se la tomó, estaba calentita...
así como si fuera un té o algo así.
Esto le dio una fuerza, tremenda, y se marchó a su trabajo. se sentía grande y dispuesto a todo.
Ese día se fue andando y bío por la calle, muchas calamidades: vagabundos, madres mal vestidas, llevando a sus hijos al colegio, con una pinta deprimente...
¡Entonces dijo:! ¡Tengo que arreglar el mundo, yo seré el Rey del mundo!
Entró en su trabajo y dijo: Señores, yo seré el rey del mundo. Todos se partieron el culo con él. Sonrió y se marchó, como vino tan tranquilo.
A esto entraba su jefe y le dijo:¿Dónde crees que vas? ¡Me piro! ¡Soy el rey del mundo!
- ¿Así?! ¡Pues quedas, despedido, so capullo!
Él se marchó tranquilamente, se lo tomó muy en serio. Cogió su coche y se fue a la capital. Llegó a su gobierno, y cuando estaban todos los diputados en el congreso. Quiso entrar.
La guardia del congreso se lo impidió y sacó un palo fino, los tocó y los dejó paralizados. Entró tranquilamente, se puso muy flamenco en la cámara y en voz alta dijo:
¡Señores, yo soy el rey del mundo! Ya que no hay nadie que lo sea. ¡Pues entonces yo lo seré.!
Todos se rieron a carcajada limpia jajajajaj. Y el presidente de la cámara, dijo: ¡Echar a este loco de aquí, inmediatamente.!
Salieron muchos guardias, de seguridad y policías, todo el que lo tocaba quedaba paralizado, y así todos.
El presidente de la cámara, con su martillo, ordenó: ¡Silencio, silencio! Se armó un revuelo tremendo.
Este hombre dijo: Sí, su majestad, el rey gana X, ¿yo, como rey del mundo, ganaré el doble?
Todos echaron a reír y a burlarse de él, y uno le echó hasta una corona que hizo de papel. Este hombre se agachó, cogió su corona y se puso de pie y dijo: ¡Sois todos unos burros.!
De pronto todo el congreso, se convirtió en burros y como animales que son, todos se golpeaban dándose coces y rebuznando, así les duró su borricada todo el día.
Este dictó un documento que escribió la letrada, con el título "El Rey del Mundo"... y ponía redactado lo que ganaría, y en que cuenta debieran de ingresarse el capital.
Se marchó a otro país, e hizo lo mismo. Se presentó como el rey del mundo, y en el congreso hizo lo mismo... Europa, en todos los gobiernos. Él no entiende por qué, pero habla todos los idiomas, de este mundo; en cuestión de un mes era el hombre más rico.
En todos los gobiernos pidió el doble de salario que su Rey o Presidente. Fue a los Estados Unidos pidiendo lo mismo.
Era el hombre de burla y convertía en burro o en cabra según lo insultaban. Así los catalogaba hasta de gatos o perros, algunos. Pero eran unos gatos grandísimos, del tamaño de personas.
En todo el mundo había un gran revuelo. Pues había animales grandísimos que no existieron nunca por las calles.
Así este hombre llamado, el Rey del mundo. Decidió irse a un banco y dijo: ¡Soy el Rey del Mundo y quiero sacar treinta mil dólares, en billetes pequeños.!
Aunque fue raro para la cajera, que llamó al director del banco. Ella ya había metidos los datos en el ordenador, y le salió una cifra astronómica de capital. Al verlo el director se le cayó el semblante. Le dio todo lo que pidió, pues todo era correcto.
Salió y se compró un precioso traje de Rey de cuento. Con todas sus joyas puestas. Él salió a la calle sonriendo y muy orgulloso. ¡Jajajá! Se reían como si estuviera loco. Esto no puede ser, se decían. ¡Las personas! ¡Ja, ja, ja!
A todo el mundo que veía así, como vestido normalito, le preguntaba. Era de locos esto... En medio de Central Park, un Rey allí repartiendo dólares a montones. De pronto toda la plaza se llenó de gente, hasta la policía acudió, era un gran escándalo.
La policía hizo un cordón rodeando a este hombre. Hasta que llegó el jefe de la policía y quería llevárselo esposado, por escándalo público. Él no se resistió y quedó el policía paralizado y todo el cordón policial Así él quedó libre, de la gente que lo habían acorralado, pidiéndole dinero.
Todos quedaron detrás de la policía... él dijo: ¡Silencio! Y todos callaron ...no por su propia voluntad, sino porque lo mandó el Rey del Mundo.
Dijo: ¿Venir de uno en uno, y os daré mil dólares a cada uno... que realmente lo necesite, en su casa? ¿Pero si alguno miente al coger el dinero, se marchará siendo un burro.?
Todos quisieron entrar, se formó una gran cola, y de cada diez personas, salía un burro... y este, como no tenía manos, el dinero caía al suelo y lo cogía el siguiente y el siguiente. Así hasta llegar el dinero a la persona, adecuada.
¡La cola quedó vacía y la plaza quedó abarrotada de burros cagando! Ja, ja, ja
Se marchó de allí, y viendo su poder, se dirigió a un desierto Árabe, y a su gobernante le dijo: ¿Quiero hacer un palacio en el desierto, el más grande del mundo.?
Este se negó, por verse humillado, pues tendría que vivir siendo menos que él.
El Rey del Mundo soy... y me debes lealtad. Si no serás castigado. Mira las noticias y verás que pasa a quien me desobedece.
El gobernante, al entender, que sería peor, aceptó y le dio todo un desierto de miles de kilómetros.
El Rey del Mundo. Se fue a un ordenador y puso un anuncio, que le daría mil dólares al mes al que quisiera trabajar, en un desierto.
Día 25 de octubre, un avión saldría de cada aeropuerto, de todos los países, a las diez de la mañana, para los trabajadores. El rey contrató arquitectos, ingenieros en paro y miles de personas que fueron a aquel desierto... Grandes camiones, grúas y toda clase de herramientas para todos, cuando aquello se convirtió en miles de personas.
Él dijo: ¿Yo no engañaré a nadie, aquel que robe y malgaste su tiempo cobrará solo lo trabajado; no necesitáis que nadie os vigile, esto es solo divinidad o un buen sueño.?
¿Y a los administradores, tendréis tres mil dólares de salario? Pero hay de aquel que toque lo que no es suyo. Y engañe a alguien... será un burro hasta que Dios lo quiera. ¡Es todo! ¡¿Quiero el palacio más grande y más hermoso de todo el mundo.?
El Rey del Mundo. Se marchó de allí, dejándolo todo a la decisión del destino.
Recorrió todos los países pobres de este mundo, Afganistán, África, Estados Unidos, China, Europa, así en todos los países del mundo... y a todos los más pobres. Les soluciona la vida.
Arregló cosas, mejoró sus viviendas y les dio felicidad, y trabajo a todos. Las mafias querían atentar contra él, pero a él nada malo le llegaba jamás.
Ya nadie pasaba hambre en todo el mundo. Las enfermedades fueron mermando y nunca faltarían medicinas, allí donde nunca las hubo.
Promovió leyes en el mundo y sacó miles de personas de la cárcel. A todos liberó, menos, a los culpados por delitos de sangre, o malos tratos, o incluso a los violadores. Pero si salía alguno que otro, qué condenado por asesinato o violación... salió de la cárcel, pues por la divinidad, que no eran culpables, sino condenados injustamente.
Hoy por fin el mundo viviría feliz, y en paz. Si no fuera porque, todo esto es un cuento, de un poeta soñador: llamado. Enrique Nieto Rubio.
Colabora en imágenes,
Silvia Regina Cossio Cámara.