domingo, 31 de mayo de 2099


 
Nota:
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domingo, 17 de agosto de 2025

.Díaz de Navidad un niño de Enricostro. Cuento.

 Días de Navidad, un niño.

Brited era un niño pobre venido de otro país.
Él vivía en las calles y en estas Navidades. Con doce años ya no creía en nada, y sus padres han muerto en Jerusalén por los ejércitos de Israel. Este chico vagó en un barco hacia Francia y aquí se formó su historia.
Es un niño de estos que tantos millones hay en este mundo invisible, pues a estos nadie los ve.
Él sabía que Papa Noél no vendría ni los Reyes, tampoco. Él era consciente, miraba mucho los televisores encendidos de los escaparates, y tenía unos sueños de estos de soledad y amargura.
Rebuscaba en los contenedores y conseguía zapatos y ropas en lo cual se vestía y se calzaba.
Él pidió en la cocina de un restaurante, creyendo que no les darían nada, pues tenía la fe perdida.
Pidió un pequeño bocadillo, y un señor grande y con barba espesa y blanca le dijo.
Chico, espérate un momento.
Él creía que se reirían de él como otras veces hicieron, pero en unos minutos salió este señor, con un bocadillo,ufff, juro que era tan grande que este chico no tenía manos. Para sostenerlo era de calamares calentitos en una gran Viena lleno de mayonesa y una Coca-Cola fresquita.
A este niño se le aflojaron las piernas y tuvo que sentarse en el suelo, así como cogió el gran bocadillo.
uffff sus lágrimas eran ríos de tantas penas atrasadas.
Comió y comió. Madre dijo, mirando al cielo, decía: ¡Qué rico está, ufff! Llamó otra vez en la puerta, que era de estas grandes de hierro, para darles las gracias a este señor, no sin antes guardarse más de la mitad del bocadillo para los días siguientes.
Pero solo salió un chino así, vajillo. Él le preguntó: ¿Podría usted avisarle al señor ese grandote con barbas blancas que me ha regalado el bocadillo?
El chino le contestó: Yo no entender, aquí estoy yo solo, uff, niño, que no tengo mucho tiempo.
ufff este niño se dio la vuelta y se dijo: Verás si Papa Noel va a existir todavía.
De pronto, se vio frente a un inmenso árbol de Navidad, enjambrado de luces, que hasta calentaba la calle y, harto de comer, seguía con su Coca-Cola que parecía que nunca se vaciaba.
Eran las once de la noche, del día cinco de enero, y eclipsado por las luces. Ahora sí, era feliz.
Se sentó en este banco, cerca del árbol de las luces, como él decía, y sus ojos les brillaban como si tuviera la estrella de Belén.
Él recordó en su tierra que aún seguían cayendo bombas en sus calles.
Y otra lágrima rodó.
Se acercaron dos niños pobres, más estos eran un español y su amigo francés, que se fugaron de un orfanato.
Ellos miraban las luces con esos ojillos de asombro.
Brited les dijo: —Tenéis hambre, y ellos contestaron: —Sí, mucha.

Sacó su gran bocadillo, que aún estaba calentito, y lo partió por la mitad, dándole a cada uno, y cogió dos vasos de plástico, que en el asiento había, y los llenó de coca-cola fresquita. Así estuvieron comiendo hasta hartarse, y cantaron algunos villancicos en francés y en español.
Enfrente había una inmensa tienda de juguetes que era de galerías preciados, y en su escaparate un señor vestido de rey observó a ese chico, que estaba solo y que ahora compartía ese bocadillo tan rico.
Salió y le preguntó al chico que dio su bocadillo que sí conocía a los otros dos.
Él contestó que no, que como tenían hambre les dio su bocadillo.
Viendo un gesto tan bonito en Navidad, aunque era el dueño de aquella tremenda tienda, se dio cuenta de que la Navidad seguía muy viva y reluciente.
Al ratillo se llenó a todo su alrededor de cientos de personas, cantando a la vez que estos tres chicos.
Que desde este día comenzaron a ver que aún había esperanza para este cruel mundo.
El señor Este sacó un montón de juguetes para ellos y de paso regaló balones a todos los que allí había.
Más, esta noche vendió todos los juguetes que tenían...
Desde este día, estos chicos comenzaron a ver la vida de otra forma, que al poco tiempo fueron adoptados por unas personas maravillosas.
Os lo digo porque este niño era yo. Cuento de
Enrique Nieto Rubio. Derechos reservados.
Cuento de ficción. De Navidad.

Mira que pequeño de Enricostro.

  ERNESTO CORTAZAR - Romantic Piano Love Songs - Greatest Hits

Mira qué pequeño puedo ser,

que si me tomaras en tus brazos,

me convertirías en una flor. 

*

mírame no me quieras arrullar,

que en tus brazos mujer,

mi cuerpo  desacera.

*

No, no me quieras tu mimar,

no me sientas en ti

pues si así lo hicieras,

Entonces yo moriré por ti.

*

pues el sentir que tú desprende,

ese será mi sentí,

y entonces viviría siempre contigo,

y siempre dentro de ti. 

Enrique Nieto Rubio.

Derechos de autor.

Inspirado en esta preciosa músic

Guárdame, Señor, por tanta insolencia,

 Guárdame, Señor, por tanta insolencia, que brota sin freno de mi corazón, por palabras duras, por mi indiferencia, por no ver tu luz en la humillación.

Perdona mi orgullo, mi vana osadía, mi lengua que hiere, mi juicio sin paz.

 Hazme humilde, manso, en cada agonía, que tu misericordia me vuelva a abrazar.

Guárdame del fuego que yo mismo enciendo, de la sombra amarga que suelo sembrar. Hazme instrumento de amor, no de estruendo, que en mí arrepentir te pueda encontrar.

Y si caigo, Señor, no mires mi falta, sino el clamor sincero de mi alma rota. Que tu gracia, como lluvia que exalta, me limpie, me sane, me vista con ropa de paz y de vida, de fe y de perdón. Guárdame, Señor, en tu corazón.

Sé, Señor, que mi fe es ridícula ante el abismo de tu amor inmenso. No alcanzo a entenderte, no sé cómo mirar tu rostro cuando el dolor se multiplica en Palestina, tierra de tu Hijo, donde aún se llora y tú no logras calmarlo.

¿Será que no nos entiendes, Dios, por tu gran omnipotencia? ¿Será que el dolor humano es tan pequeño desde tus alturas que no lo ves?

Pero nuestras almas mueren, sin consuelo, sin paz, como hojas secas en un viento de guerra. Mira a tu Hijo, Jesús, cómo llora por los inocentes, por los niños sin nombre, por los cuerpos sin tumba.

¿No ves, Dios todopoderoso, cómo otros se creen dueños del mundo y siembran muerte donde tu hijo sembró amor?

Si seguimos así, lloraremos todo, hasta el último brote de esperanza. Y quizás este sea el fin del amor que tu Hijo dejó como semilla para todos.

Acaba, Dios, con estas malditas guerras que no sirven para nadie, que solo destruyen lo que tú creaste.

Ay, Diosito… he vuelto a caer en mi propio pecado. Perdóname.

Señor, sabemos que nuestra fe a veces se tambalea, que parece pequeña frente a tu inmenso amor. Pero aun así, venimos a ti, porque no entendemos el dolor que nos rodea, el sufrimiento que hemos creado con nuestras propias manos.

Mira, gran Dios, la tierra de Palestina, la tierra donde nació tu Hijo Jesús, y donde hoy se llora sin consuelo. Él, que vino a sembrar amor, ahora llora por los hijos que mueren, por las madres que gritan, por los hogares que se desvanecen en el polvo.

¿Nos entiendes, Dios? ¿O tu grandeza te impide ver la pequeñez de este planeta que tú mismo creaste? ¿Será que desde tus alturas no alcanzas a oír el clamor de los inocentes?

Pero nosotros sí lo oímos, y nuestras almas se rompen. Nos duele cada guerra, cada injusticia, cada acto de odio que contradice tu mensaje.

Por eso te pedimos, gran Dios: acaba con estas guerras malditas, que no sirven para nadie, que solo destruyen lo que tú amas.

Mira a tu Hijo, Jesús, cómo llora por nosotros. No permitas que su sacrificio se pierda en medio de tanta indiferencia.

Y si hemos pecado, si hemos caído en el egoísmo, en la ceguera, en la comodidad… perdónanos, Diosito.

Haznos instrumentos de tu paz. Haznos sembradores de tu amor. Haznos dignos de tu perdón.

Amén.

🌌 El Todo y el Amor

Dios (El Todo): Yo soy el principio, la chispa que encendió el universo, el silencio antes del tiempo, la voz que no necesita palabras.

Yo soy el que es, sin forma, sin límite, sin fin. El que sostiene galaxias y escucha el suspiro de una flor.

Jesús (El Amor): Y yo soy tu reflejo en la carne, la lágrima que toca la tierra, el abrazo que sana, la palabra que se hizo pan.

Yo soy el puente, la herida abierta por compasión, el hijo que camina entre los hombres para enseñarles a mirar hacia ti.

Dios: Tú eres mi ternura hecha cuerpo, mi misericordia con rostro humano. Donde yo soy fuego, tú eres llama suave. Donde yo soy eternidad, tú eres instante redentor.

Jesús: Y tú eres el Todo que me envuelve, el Padre que no abandona, el misterio que me sostiene cuando el mundo me clava su cruz.

Ambos: Juntos somos el susurro y el trueno, la justicia y la gracia, el origen y el camino, el Todo y el Amor.

Copilot y Enrique Nieto Rubio.

Derechos reservados. 

viernes, 15 de agosto de 2025

En las noches dos amores .

 


En las noches, Dos amores unidos,
en una inmensa soledad,
que por las noches, se encuentran,
para poderse amar.
*
Dos amores que se aman,
en las noches de soledad,
que no los despierte nadie,
que su amor soñando esta.
*
En las noches dos amores
que se cruzan,
con lazos de felicidad,
perdurarán en el tiempo
por toda la eternidad.
*
Gordi le llama ella
gordi con mucho amor,
y gordi se desmorona
con lágrimas en el corazón.
*
Temerosos de los días,
que atropellan su sentir,
solo desean la noche,
para poder vivir.
*
Que la noche no amanezca
que se sumerja en la oscuridad,
para decirle a mi amada
canciones del verbo amar.
*
Que la noche sea eterna,
para vivir junto a ti,
y decirte por las noches
amor me muero por ti.
*
Que si tú eres, una estrella,
un lucero, soy para ti.
*
Enrique Nieto Rubio,
*Derechos de autor*
*
Dedicado a la pareja... más querida para mí
Silvia y Andrés.